viernes, 28 de junio de 2013

Interruptor social.-

Lo primero que te preguntan después de saludarte es ¿Cómo estas?

Todos sabemos que nadie lo pregunta porque realmente le interese, pero algo en mí se activa automáticamente y elabora una verborrágica respuesta con lo que me gustaría contestar para ser sincera, pero al mismo tiempo se activa el interruptor del adaptador social y me obliga a contestar: BIEN GRACIAS. Y en parte también porque si soy sincera tendría que explicar lo que me pasa y la verdad es que no tengo la menor idea. Hoy me empecé a cuestionar otra vez, hoy bajé, hoy me vi, me detuve a mirarme y a pensar… Está mal, hace mal pensar, hay que hacer y listo. Pensar me confunde. Pero es necesario reconocerse a uno mismo, de vez en cuando, después de todo es todo lo que tenemos, aunque a veces sienta que me quitaron las riendas de un manotazo, no se porque no puedo dejar de tener esperanzas, no se como todavía me permito soñar… Se que tengo que esperar, posponer todo lo que había pensado, se que no soy dueña de mis tiempos ni de lo que quiero hacer, no dependo solo de mi, pero todavía tengo un poco de paciencia. Todavía me siento tranquila, me da risa la gente que se queja de llena, que se desanima de la nada, que se irrita con facilidad, que quiere todo ahora, YA, rápido! Y agrándame el combo por favor. Me da risa porque estuve ahí, porque disfrute estar ahí, como disfruto ahora estar acá… Aprendí a sacarle el mismo jugo a lo bueno y a lo malo, “aprendí a querer el perfume que lleva el dolor ♪” pero de verdad, desde adentro… no me causa malestar en lo más mínimo, quizás me inquieta, pero no molesta. Descubrí que así se va más rápido, como todo en la vida, cuando más querés algo mas te cuesta o menos te dura.

1 comentario:

  1. Enhorabuena, me encanta la forma de expresar que tienes, me he quedado impresionada y me gusta esta sensación, con permiso , me quedo por aquí, un saludo.

    ResponderBorrar